Un bolso de López por hora

Son esas imágenes que quedan grabadas, que marcan una época.  

Era 14 de junio de 2016 y todos los noticieros argentinos amanecieron hablando de José López, de sus bolsos repletos de plata, del Convento. 

Todos relataban el recorrido que había hecho el auto del ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo y mostraban al tipo apoyando los bolsos, esperando frente a las rejas en medio de la noche de General Rodríguez.

No importa tanto si la cantidad de plata era poca o mucha para lo que uno sospecha de la corrupción, porque la imagen es todo.  La repetición deja fijas las historias y las realza, las pone en el escenario a dónde todos pueden verla.

Detallemos, porque nos va a hacer falta para el objetivo de esta nota, que la cifra en dólares era ocho millones novecientos ochenta y dos mil cuarenta y siete, que puede ser mucho o puede ser poco según como se lo vea:  para Elon Musk ese importe representa el 0,0000383% de su fortuna, un jubilado argentino debería ahorrar unos 2700 años de jubilación mínima para juntar esa plata. 

Y ya se sabe que nadie vive tanto.

La deuda inflable

Toda esta introducción es porque voy a usar este número tan recordado por los argentinos – U$S 9.000.000 para redondear – para medir lo que está sucediendo hoy mismo, pero bien lejos de las cámaras, de modo que parece que no sucede.  Pero sí, sucede.

Ocurre que el gobierno de Milei cuenta el cuentito de que no hay emisión porque no hay déficit fiscal, pero como ya he contado en otra nota (acá), lo único que hicieron es dejar de contabilizar los intereses de las viejas leliq, que ahora en vez de aparecer como emisión monetaria aparecen como incremento de deuda.

Acá, el propio Ministerio de Economía, el inefable Luis Caputo, nos cuenta qué pasó con la deuda durante este año de gobierno:

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_mensual_diciembre-2024.pdf

Si te tomás la molestia de restar el primer renglón al último, vas a ver que la deuda bruta pública aumentó 96.013 millones de dólares en el año, un montón de plata que vendrían a alcanzar para llenar unos 10.668 bolsos como los de López.

Para hacerte una idea más clara del asunto – vos que te indignaste con razón viéndolo a López en aquella noche de General Rodríguez – dividí estos 10.668 bolsos por 365 y te va a dar unos  29 bolsos por día. 

Redondeemos y ya estamos listos para imaginarnos a José López – devenido ahora Milei o Caputo – arrojando un bolso lleno de dólares – un bolso cada hora – al gran Convento del Sistema Financiero.

Pero ¿quién recibe los bolsos?

Ya lo dije muchas veces, pero hay que repetirlo.  El capitalismo es un sistema de robo masivo del trabajo ajeno y ese robo se da en la producción, sintéticamente digamos que los trabajadores trabajan y se quedan con una parte de su laburo y los dueños del capital que no trabajan nada, se quedan con la parte del león.

Para ponerlo en números – aunque los números distorsionan, dan al menos una idea – en Argentina se producen cosas por valor de 640 mil millones de dólares y los trabajadores (todos los trabajadores) se quedan con el 45% de eso.  Los capitalistas – que no son tantos – se quedan entonces con 352.000 millones sólo por ser los dueños de las fábricas, de la tierra y de la plata.

En la fábula que cuenta Milei, está muy bien que estos señores capitalistas se queden con la mayor parte del trabajo ajeno, porque así ellos pueden trabajar de “héroes” que invertirán para que se produzca lo que la sociedad necesita y demanda.  No vale la pena responder a este argumento, mucho menos en este país de empresarios fugadores seriales.

Lo mismo hay que decir que el cuentito no lo hacen sólo de los libertarios.  Durante la “década ganada” – en rigor de verdad, con suerte apenas empatada para los sectores populares – este robo masivo se mantuvo como si tal cosa porque los peronistas apenas si aspiran al famoso fifty fifty

Sin embargo, ese robo principal del trabajo ajeno no es el único robo.  La costumbre de robar, tan naturalizada, se extiende a todos los poros del sistema y entonces los dueños del capital se roban también entre ellos de miles de formas – el valor del dólar es uno de los mecanismos privilegiados – y encima también roban los administradores, los gerentes, los políticos, la “casta”.  López es un ejemplo de eso que salió en la tele.

El robo del sistema financiero es la más masiva y la más veloz de todas esas corrupciones, las cantidades son mucho más delirantes y no les alcanzarían los brazos a los dueños de bancos y cuevas para llevarlas en bolsos, ni alcanzarían las monjas en los conventos para esconder tanta plata.

Algunos de los resultados de estas fechorías, aparecen después blanqueadas como ganancias en los balances de los bancos “en los primeros 6 meses de este año (se refiere a 2024) las entidades financieras acumularon ganancias por $ 6,10 billones, muy por encima de los $ 2,62 billones del mismo periodo del año pasado, midiendo en pesos actuales”, nos cuenta Infobae, basándose en un informe hecho con datos del Banco Central. “El Banco Macro registró un incremento del 425,5% en su resultado operativo y del 65,4% en su resultado neto. Santander Río, por su parte, aumentó su ganancia operativa en un 496,2% y su ganancia neta en un 727,3%.” señala una nota de Letra P.  Y después te dicen que no hay plata.

Pero estas son sólo “algunas” de las contrapartes de este incremento brutal de la deuda bruta pública que después querrán hacerte pagar a vos como siempre.  Hay empresas que giran dólares a sus matrices para cancelar préstamos que vaya a saber si alguna vez se dieron, hay especialistas que trafican con sobrefacturaciones y subfacturaciones, hay importadores que usan los dólares para hacer la diferencia con la bicicleta financiera, hay jugadores con bonos que entran y salen según para dónde vaya el viento.  Y ellos casi siempre se enteran antes que vos de para dónde va a ir el viento, así que casi siempre ganan.

“El carry le dejó a los que apostaron por el peso una ganancia del 54% medidos en dólares contado con liquidación” cuenta la consultora 1.816 según publica Ámbito.  El carry es la bicicleta que, como verás, da una renta de 54% en dólares, una ganancia que el Estado Argentino (ese que Milei dice odiar pero que maneja bien a la antigua) paga por cuenta tuya, aumentando la deuda que después van a decir que te gastaste en una fiesta.

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Es difícil saber cuál es hoy el nivel de aprobación con el que cuenta el gobierno. 

Por empezar habría que definir qué es lo que significa aprobación, porque si solo se trata de cierta expectativa, de vamos a ver qué pasa, puede ser que estemos hablando de algo así como de la mitad de la población.  Hinchas fanáticos no hay demasiados.

Sea como sea, los principales opositores – tan defensores del capitalismo como Milei – ven esta aceptación pasiva como una oportunidad para no hacer nada y aprovechan, porque la verdad que el ajuste contra los trabajadores y el pueblo no les parece tan mal.  Entonces, no hablan demasiado y se dedican a mirar desde la tribuna y a no decir demasiadas cosas que choquen con ese sentimiento de esperar que parece campear en la sociedad.

Los “republicanos” ex juntos por el cambio exhiben un vergonzoso libro de pases a cielo abierto y miden a ver si conviene pasarse a las “fuerzas del cielo” ahora o después, mientras Macri los mira por TV.  El peronismo y el kirchnerismo – y la CGT que los refleja – deambulan mientras tanto en su interna eterna y en los juegos parlamentarios y judiciales a ver qué onda. 

Todos – algunos lo dicen y otros lo disimulan – aprueban el ajuste que está llevando adelante el gobierno de Milei contra el pueblo trabajador, todos dejan correr mientras calculan qué pueden pescar en las próximas elecciones.  Y tratan de que no se vea que no tienen un programa capitalista alternativo a la carnicería mileísta.

Saben bien que cualquier alternativa seria tendría que arrancar por el control férreo por parte del pueblo trabajador de las variables centrales que perpetúan el robo, el control del comercio exterior para que el superávit comercial sirva que para que el pueblo coma, se vista, viaje, etcétera y no para que se lo fuguen cuatro vivos, y el control de la banca para que el ahorro, para que el esfuerzo que hacemos los argentinos no se use para la timba y sirva para mejorar la producción, para que se pueda trabajar menos y para que se pueda vivir mejor.

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3 Respuestas

  1. Nora Ramirez dice:

    Buenísimo 👏 👏 👏 👏 👏

  2. Miguel Angel Boasso dice:

    Excelente artículo Mike! Salud!

  3. Rodolfo Palazzo dice:

    Bueno Miguel, por lo que interpreto de todo éste exhaustivo análisis que hacés, no es tan así lo que se difunde ,si bien hubo irregularidades, estos es mucho peor, nada más que no están estos Sres. tan “marcados” como los de los bolsos y demás, son señores que no usan corbata pero si están apretando el nudo de ella en el cuello de “Juan pueblo”. Deduzco también que esta situación que a muchos calladitos señores,de bajo perfil (los aprovechadores, os llamaría yo) ses llenan más los bolsillos y no dejan pasar una. No entiendo mucho, a lo mejor nada pero es la impresión que tengo por lo que veo a diario. Corregime por favor O que otros me corrijan

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