Contate otro Jorge

Las peripecias del dúo sindical paraestatal los Jorges ya han dado pie a demasiados comentarios, casi ninguno de ellos aprobatorio. 

La paciencia que han demostrado Jorge Hoffmann y Jorge Molina para con su jefe político Omar Perotti llevó a que las conversaciones sobre salarios se postergaran casi media año, de modo que los empleados públicos santafesinos  mantuvieron cuatro meses los sueldos congelados.  Después de eso, apareció un bono de tres mil pesos que recibió algunas tibias protestas de parte de los líderes sindicales y ahora esta secuencia de bonos tabulados a la que podríamos llamar – para no apelar a la brutalidad de llamarlos aumentos en negro – aumentos en blue.

Como si todo esto fuese poco, por estos días fue distribuido entre los empleados públicos, un folleto que intenta justificar lo injustificable.

¿No perjudica a nadie?

El folleto que intenta ser un explicativo de lo imposible de explicar, comienza mostrando la tabla de la asignación “no remunerativa y no bonificable” y después nos pregunta desde el primer subtítulo  “¿Por qué No es un “bono” ni una suma “en negro”?”.   La pregunta roza el terreno de la filosofía, especialmente después de que un par de renglones antes nos dijeron que es no remunerativa y no bonificable, lo cual significa que no se hacen aportes, lo cual significa que son en negro.  Bah, en blue.

Para colmo de males, en el punto siguiente nos ilustran sobre qué significa no remunerativa y nos explican justamente que …… “no se descuentan los aportes personales correspondientes a la Caja de Jubilaciones y a la obra social”

Toda esta argumentación delirante sirve para tratar de convencerte de que si el aumento hubiera sido en blanco hubiera sido menos, porque obviamente no entra en discusión que estos ministros sin cartera del gobernador Perotti iban a aceptar sin chistar la masa salarial que el gobierno ponía sobre la mesa.

Entonces ahí es cuando preguntan a quién perjudica y contestan tajantemente “a nadie”, como si el menor aporte – nuestro pero también del Gobierno – a la Caja de Jubilaciones y al Iapos no terminara resultando en menor salario para nosotros.  Ya estamos sufriendo el aumento de las prestaciones a través del aumento de la cantidad de bonos que te piden para el dentista o para una ecografía o para lo que sea – menor salario indirecto – y ya sufriremos también el descalabro de la Caja cuando nos avisen que está desfinanciada.

¿Mejor que la cláusula Gatillo?

Es evidente que no puede ser cierto que el gobierno gane pagando menos y que nosotros no perdamos y cobremos lo mismo.  La afirmación ya suena ilógica antes de que apliquemos las matemáticas.  Pero el recorte no se limita al salario indirecto.

En el folleto escriben – ya acercándose a lo cómico si no fuese trágico – que “si se hubiese aplicado la “cláusula gatillo”, los salarios de bolsillo estarían hoy por debajo de los aumentos acordados”.  La afirmación está apoyada en un cuadrito que toma sólo la categoría 1 y solo agosto y Setiembre.

Cuando se observa con algo de detenimiento, se verifica que el robo salarial es altísimo, que sube a medida que se sube de categoría, pero que ya existe incluso en la categoría inicial.

El cuadro que agrego al pie está hecho con sueldos muy básicos y sin considerar adicionales, o sea que la pérdida salarial en los nueve meses pasados desde que expiró la cláusula gatillo y el mes de noviembre – último incluido por este acuerdo inconsulto –  va a ser para cada agente bastante más que lo que se observa.  Lo mismo, lo que se observa ya configura un asalto importante al bolsillo del trabajador, que habrá que sumar a la afectación de nuestra salud y de nuestra jubilación.

Realmente, que con estos dirigentes socios del gobierno no íbamos a llegar demasiado lejos es cuestión que ya casi no merece debate.  Pero que se nos rían en la cara ya resulta un poco exagerado……

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