Uno de Gigantes
Hay un choque de espadas bien arriba, allí a donde llegan los gigantescos saltos de las gigantes montas de los dos enamorados. Uno de gigantes para contarles a los mas chiquitos.
Miguel Espinaco – Cosas para leer
Cuentos, poesías, escritos breves y demases
Hay un choque de espadas bien arriba, allí a donde llegan los gigantescos saltos de las gigantes montas de los dos enamorados. Uno de gigantes para contarles a los mas chiquitos.
Ahora hay que limpiar el comedor que realmente parece un desván, cualquier cosa menos un comedor que uno espera que sea un lugar amplio como el que teníamos en casa cuando vivía el viejo.
El de pulover rojo respira el encierro que ahora se traduce en una puntada en las costillas, en residuos de dolor que le caminan por el vientre mientras gira para seguir de frente, ahora que el otro se mueve tan rápido y que golpea de nuevo desde arriba.
Entonces el puente para llegar al lado del osito que se rasca la panza pero cada vez plum! el osito que suelta la cuerda mientras gruñe y Kiki al agua, a nadar de vuelta medio arroyo un poco más molesto que mojado.
Antes le habría parecido una tontería como las que le reprochaba siempre a Mara, que se emocionaba hasta las lágrimas con los teleteatros de la tarde y vivía soñando que pasaban ángeles cada vez que todos se quedaban callados.
Esteban y Esteban. Un viejo cuento que cuenta dos historias o a lo mejor la misma, unidas nada más que por un grito.
¿Quién podía entender siquiera el principio del Principio Heyter? ¿Quién podía imaginarse el desarrollo helicoidal de las ondas temporales? Y ni que hablar, claro, del abismo del espacio tridimensional, frase que para colmo no dejaba de sonar algo impresionante.
Y entre el antes y el ahora un pedazo de vida, un pedazo de historia que alejan a Luki de Lucía, que las hace extrañas parecidas.
Los días recurrentes, repetidos, muriendo cada uno cuestaabajo en la montaña siempre inmóvil, quieta como ellos que esperan como estatuas en sus máquinas de muerte.
Juanjuana servirá como ejemplo solamente si lo dejamos completamente de lado, si logramos que se corra tan al costado de la historia, pero tan al costado, que no le haga acordar a nadie. Probemos.